El primer paso para un buen nombre de marca: una estrategia clara.
- Carlos Cornejo
- 31 jul
- 2 Min. de lectura

En Secretname lo vemos todo el tiempo: las marcas que tienen éxito no empiezan buscando nombres bonitos. Empiezan con una buena estrategia.
El naming no es una tormenta de ideas sin rumbo. Es el resultado de entender qué quieres vender, cómo lo vas a vender, a quién se lo estás vendiendo, y qué historia quieres contar. Si no tienes clara esa base, lo más probable es que termines con un nombre que suena bien, pero no conecta, no protege tu marca y no construye futuro.
¿Qué significa tener una estrategia clara?
Significa alinear tres cosas fundamentales antes de ponerle nombre a tu proyecto:
La estrategia comercial, para entender el mercado, el momento de la marca y la propuesta de valor.
La estrategia legal, para evitar nombres que ya existen, que no se pueden registrar o que te pueden meter en problemas más adelante.
La estrategia narrativa, para contar una historia única y coherente desde el primer contacto con el nombre.
Cuando estas tres partes se alinean, el proceso creativo deja de ser confuso. Y entonces sí: llega el nombre correcto.
Tres consejos para lograrlo:
No empieces por las palabras, empieza por las ideas. Hazte preguntas clave: ¿Qué queremos provocar?, ¿qué queremos que la gente recuerde?, ¿qué nos hace diferentes?
Valida legalmente antes de enamorarte. Asegúrate de que el nombre se puede registrar y usar. La creatividad sin protección no sirve de mucho.
Construye una historia antes que una etiqueta. El mejor nombre no solo identifica: conecta, comunica y diferencia.
En resumen: un buen nombre nace de una estrategia clara. Sin ella, solo estás lanzando palabras al aire. Pero con ella, cada letra tiene un propósito, y cada palabra, un impacto.
¿Listo para nombrar desde la estrategia?En Secretname te ayudamos a hacerlo bien desde el inicio.




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