El PAN cambió de slogan, pero… ¿cambió de verdad?

El PAN cambio de slogan

En octubre de 2025, el Partido Acción Nacional (PAN) presentó un nuevo posicionamiento bajo el lema “Patria, Familia y Libertad”.

Un cambio que, en apariencia, busca renovar la conexión con el electorado sin tener que modificar su nombre, siglas, logotipo o colores. Es un ejemplo claro de cómo una “marca” —ya sea empresarial o política— puede intentar reinventarse manteniendo su nomenclatura.

¿Qué implica ese cambio de concepto?

Durante muchos años, el PAN se comunicó mediante mensajes centrados en la democracia, el progreso, la vida en comunidad, el orden social y la construcción compartida. Ahora, el nuevo lema pone el foco en valores más identitarios y emocionales: patria, familia, libertad. La diferencia no es menor:

• Pasa de hablar de “vida mejor y más digna para todos” a priorizar valores tradicionales.

• Pone mayor carga simbólica que programática.

• Crea un territorio de marca más segmentado —lo que puede atraer a unos y alejar a otros.

  
  

¿Por qué lo hace?

Porque el PAN perdió terreno. En el escenario electoral y político actual, enfrenta desafíos: desafección de jóvenes, desgaste de gobiernos pasados, competencia fuerte de otros actores. El relanzamiento es una señal de que algo debe cambiar. De hecho, se habla de “una nueva era” para el partido, con apertura ciudadana y primarias.

Pero aquí está la reflexión: ¿será esto suficiente?

Algunos puntos a considerar:

• El discurso vs. la acción: Un nuevo slogan llama la atención, genera expectativa, pero no reemplaza una renovación real de contenidos, estructuras y propuesta política. Sin credibilidad y coherencia, las palabras se quedan vacías.

• El público joven y diversificado: Los nuevos electores buscan algo más que valores tradicionales acomodados —quieren innovación, inclusión, respuestas reales a problemas puntuales. Un enfoque exclusivamente “patria-familia-libertad” podría parecer desalineado con sus expectativas.

• La historia pesa: Si los errores del pasado no se reconocen o atienden, el relanzamiento puede verse como maquillaje. Ya se advierte que este relanzamiento del PAN podría caer en lo simbólico sin sustancia.

• Competencia fuerte: Otros actores políticos están construyendo narrativa propia. El PAN no solo debe cambiar: debe diferenciarse de forma creíble.

• Riesgo de alienación: Enfocarse mucho en “familia” y “patria” puede ser una apuesta fuerte por ciertos segmentos y dejar de conectar con otros (mujeres jóvenes independientes, familias diversas, etc.). Ya hay críticas en ese sentido.

Conclusión

Sí — el cambio de concepto del PAN es un paso necesario y un buen ejemplo de que una marca puede reinventarse sin cambiar su nombre. Pero no es suficiente por sí solo para recuperar al público perdido. La marca-partido deberá demostrar, en los hechos, que hay nuevos comportamientos, apertura real, coherencia entre lo que dice y lo que hace. Si no, el nuevo lema puede terminar siendo sólo eso: un lema.

Para una marca en general (y en tus proyectos de branding esto aplica):

Cambiar el nombre o el logo puede ser lo visible. Lo verdaderamente transformador es cambiar la narrativa, el sistema de valores, la forma en que se entrega la promesa.

Pero esta es solo mi opinión ¿Tú que piensas?

Te leo.

Carlos Cornejo

Director en Secretname.

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